Feliz fin del mundo

Tres años después de que Hollywood nos metiera el miedo en el cuerpo, el 21 de diciembre de 2012, ya está aquí.
La industria cinematográfica americana, tan dada a convertir la ficción en dudas razonables, que no razonadas, nos aviso del inminente final de nuestros tiempos, basándose en una supuesta profecía maya, como ya lo hizo en otros tiempos, colándonos en nuestro imaginario popular, a marcianos volando en bicicletas o tipos excéntricos viajando por el tiempo.
 Y es que, lo que no consigan hacer creer las multimillonarias productoras de cine, encerrando a millones de personas desocupadas en otros menesteres, tras las salas oscuras de los cines, no lo consigue nadie.

Pero los que disfrutamos desmarañando la historia de una película o un libro, separando lo real de lo ficticio, y profundizando en la argumentación que nos ofrecen los creadores, nunca nos conformamos con lo que nos cuentan. Una vez que hemos disfrutado o sufrido la trama, nos dedicamos a intentar entender que se esconde tras esa historia.
Y después de tres años de investigaciones, me atrevo a desear a todos ustedes, un feliz fin del mundo.

No solo los mayas. La milenaria cultura china, el hinduismo, los indios hopi o el propio Nostradamus, aunque este último con las imperfecciones que le caracterizan, por la ambigüedad de sus escritos y la dificultad de traducción del francés antiguo, pronostican un cambio radical.
 Algunas predicciones, puestas en escena por los estudiosos e investigadores de estas culturas, son más apocalípticas que otras, pero todas estas culturas, separadas por miles de años y kilómetros de distancia, lo que está claro, es que nos intentan avisar, que el próximo 21 de diciembre, algo extraño pasará.

Pero ¿Qué tienen en común, los hopi, con los hindúes o los mayas?
Su conocimiento astronómico. Eran grandes observadores del cosmos y él regía sus vidas. Bueno al igual que hoy en día, aunque ese cosmos lo disfracen de religiones o parezca olvidado hasta que nos llega una noche melancólica.

La cultura china y la hopi, siguen vivas, y en ellas sus miembros nos avisan que las profecías no tienen fecha. Se deben tomar como un simple aviso o enseñanza para un cambio en la humanidad.
La roca de la profecía hopi, aseguran muchos investigadores que avisa del final del 4º mundo. Esto según explica en un vídeo que circula por la red, un propio hopi, no significa el final apocalíptico que muestra la película, sino al igual que los otros tres, un cambio en la manera de conocer el mundo.

De acuerdo a las escrituras Hindúes, todos los seres mortales están destinados a pasar a través de 4 grandes épocas en cada ciclo de creación y destrucción. El ciclo divino termina un círculo completo y se conoce como kalpa.
También se cree que tres de estas grandes eras ya pasaron y que ahora estamos viviendo en la cuarta, o Kali Yuga. (un poco parecido a las creencia hopi ¿no?)
Según el Mahabharata, la era de Kali comenzó en la medianoche del duodécimo día de la guerra de Kurukshetra (que duró en total 18 días), la noche en que los dos ejércitos se negaron a detenerse al atardecer (para orar) y siguieron matándose en la oscuridad, hasta el amanecer.
Según el astrónomo Aria Bhatta (476–550 d. C.), ese momento sucedió entre el 17 y el 18 de febrero del 3102 a. C.

Resulta interesante que esta predicción de la emergencia de un nuevo mundo esta profetizado para aparecer casi al mismo tiempo que los mayas lo predijeron y además que tanto la cultura maya como la hindú piensen que todos los ciclos tienden a repetirse. El calendario maya comenzó con el quinto gran ciclo en el 3114 a.C. y terminara el 21 de diciembre del 2012 d.C. El Kali Yuga hindú comenzó en el 3102 a.C.,  y solo hay una diferencia de 12 años entre el inicio de la era Kali Yuga hindú y el quinto ciclo maya. Por lo tanto, nos encontramos ante un final de ciclo evidente.

Tanto los primeros hindúes, como  los mayas, fueron grandes astrónomos, pero sus conocimientos, por los que se regían sus calendarios y los ciclos por los que transitaban, (que evidentemente eran fases cósmicas relativas al movimiento del universo) llegaban a un callejón sin salida, el final de un ciclo, y el inicio de algo que no comprendían.

También 6 milenios es el tiempo desde el supuesto momento en que el dios de los hebreos Yave/Jehová (y por ende de judíos, cristianos y musulmanes)  creara su mundo y su humanidad hipotéticamente hacia el 4.037 a.e.c. El año 2012 de la era cristiana es el año 6.049 desde ese año concreto, y 6.049 años es uno de los periodos de duración dados a la era Kali Yuga hindú.

Por lo tanto los calendarios se rigen por el universo y su movimiento. Pero ¿Como veían nuestros antepasados, mayas, hindúes, hebreos, chinos o hopis el universo hace 5000 o 6000 años?

El universo está en constante movimiento, y todo ese movimiento es circular, por lo que se pueden hacer ciclos pequeños, propiciados por el movimiento de la Tierra y la luna o mucho más grandes, ocasionados por el movimiento de nuestro sistema solar o nuestra galaxia.
Por ejemplo cada ciclo solar dura 5125 años y la NASA lleva todo el 2012 avisando del cambio del ciclo solar debido a sus alteraciones en la cantidad de manchas, ráfagas y protuberancias solares. Un dato relevante es la alta cantidad de ondas electromagnéticas del sol en este año. No obstante, el inicio del último ciclo solar, se aproxima al comienzo de todas esas civilizaciones, que han originado nuestro mundo tal y como lo conocemos.

Pero si todo es cíclico, ¿Por qué el calendario maya no continua después de este ciclo?
Demasiados científicos coinciden en una cosa. El 21 de diciembre de este año, se producirá por primera vez en la humanidad.

El investigador John Major afirma que “La profecía maya para el 2012 está ligada a una alienación astronómica y en diciembre del 2012 durante el solsticio, el sol se alineará con el centro de nuestra vía láctea, éste es un alineamiento cósmico muy extraño que sucede una vez cada 26,000 años.”
Cada 26,000 años el Sol se alinea con el centro de la vía láctea, en ese mismo momento ocurre otra rareza astronómica; la Tierra se balancea sobre su eje, a éste fenómeno se le llama precesión; la fecha exacta en la que ocurrirá este increíble alineamiento galáctico será también el 21 de diciembre de 2012.

Aunque muchos científicos afirman que la alienación no será exacta, lo que está claro es que nuestro planeta, se verá ubicado en un lugar de la Vía Láctea que no ha conocido la humanidad y que está claro que los mayas predijeron.

Personalmente no creo que esto signifique nada excepcional, y espero que el mundo que conocemos, aunque en muchos aspectos produzca lástima, siga intacto, pero es sorprendente como los mayas y otras antiguas civilizaciones, a través de la observación del universo, detectaron esta rareza, que ellos pensaron como un fin de ciclo, el fin del mundo o cualquier otra interpretación que le queramos dar, como sorprendente es el poder que una simple película, puede ostentar ante el imaginario popular.

Por lo tanto y ha modo de previsión, pues nunca se ha visto rareza cósmica similar, les deseo un feliz final del mundo.