Traductor - Translate

domingo, 9 de diciembre de 2018

La purificación de la izquierda

Desde los inicios de los diferentes regímenes democráticos en el mundo siempre se ha identificado a la extrema izquierda y a la extrema derecha perfectamente. Mientras que la primera utiliza el populismo para presentar soluciones fáciles a problemas complejos y siempre encuentra un enemigo interno al que batir, la segunda utiliza el populismo para presentar soluciones fáciles a problemas complejos y siempre encuentra un enemigo externo al que batir. 

Muy pocas diferencias, que confirma aquello de que los polos opuestos se atraen. 

A la extrema izquierda la conocemos bien en España. Lleva años con nosotros bajo el "grito de guerra" de PODEMOS, copiado de la campaña electoral que encumbró al poder al presidente Obama en Estados Unidos con su "Yes, We can" en 2009 o el castellanizado grito de "PODEMOS" que utilizó la cadena de televisión Cuatro para animar a la selección española de fútbol en 2008, cuando ganamos nuestra segunda Eurocopa, después de 50 años. No han sido muy innovadores estos de la extrema izquierda nunca. Lo que si han sabido siempre es adueñarse de causas sociales justas y en principio apolíticas, para buscar esos enemigos internos, a los que hacer frente con su populismo supino para llegar al electorado. Entre muchas otras causas, podíamos citar por ejemplo del 15-M. Un movimiento espontáneo, apolítico, justo y necesario en aquel momento, del que se apoderaron izando una bandera contra las casta y la banca que terminaron guardando cuando se convirtieron en casta y sus líderes <<líder y lideresa>> se compraron una mansión de 600.000 € gracias a un crédito con condiciones ventajosas ofrecido por la banca. Ahora están más centrados en quedarse con el movimiento feminista, necesariamente transversal, pero que desde PODEMOS se encargan prostituir, hasta el punto de no condenar la agresión a una concejal del PP del ayuntamiento de Málaga en la pasada marcha del 25 de noviembre, precisamente cuando se manifestaba contra la violencia hacia la mujer. Entenderán, que la derecha no puede ser feminista ni estar en contra de la violencia hacia la mujer. También le gusta simpatizar con los defensores del supuesto derecho de autodeterminación, incluyendo esta falacia (inconstitucional dicho sea de paso) en los programas electorales de aquellas CCAA que les interesa, para agradar al sector local independentista pero sin darle mucha difusión para no asustar demasiado sus votantes más sensatos -esos que entienden lo que significa la soberanía nacional y saben diferenciar entre un pueblo oprimido o colonizado del que no-

Rupturismo, totalitarismo y comunismo libertario en estado puro.

Entradas populares

Entradas más visitadas esta semana