Traductor - Translate

miércoles, 28 de agosto de 2013

Gibraltar...Ni español, ni británico


Europeo.Como se suele decir en el argot rapero, una nueva pelea de gallos ha comenzado. La riña como es habitual y repetido cada cierto tiempo, enfrenta a los MC del grupo nacionalistas españoles y a los MC del grupo nacionalistas británicos. El lugar, como no podía ser de otra forma; dado la afición que existe desde antaño, es la zona más meridional de la Europa Continental y el reñidero se llama Gibraltar. 

Respecto al jurado, que será la Unión Europea, su inexperiencia en solucionar problemas es tan alta, que rezaremos creyentes o no, para que imponga su criterio por encima de cualquier otro que venga de sectores nacionalistas periféricos, como nos tiene habituados.
Pero dejando a un lado la retórica de Eminen y compañía, donde no soy muy ducho, lo cierto es que cada vez que resurge el conflicto en Gibraltar, la mecánica es la misma. Mucha retórica patriótica, mucha declaración de intenciones, días de gloria para algunos políticos; que preparan sus frases y sus mejores perfiles para salir en las portadas de algunos periódicos y como siempre, los pescadores del Campo de Gibraltar, los trabajadores, familiares y amigos que cruzan la frontera a diario, sufriendo las consecuencias.

Cierto es, que en esta ocasión la colocación de bloques de hormigón en los caladeros donde pescan los trabajadores gaditanos ha sido la mecha, el origen del conflicto y algo intolerable, más si cabe cuando en Gibraltar no hay pescadores profesionales, pero la absurda propuesta del bando español, de cobrar 50 euros a toda persona que cruce la frontera, a un europeísta declarado, convencido y a veces ilusionado con un proyecto común, le parece una bomba que es inaceptable, tan solo que se planteé; y eso el jurado de esta riña no lo debe consentir.
Es disparatado, que cuando aún está por comenzar el proyecto común de una Europa Federal, pues lo que conocemos actualmente no es más que un intento de unión sin consistencia, ni estrategia definida, nos pongamos a reclamar territorios que ya son comunes, pero que por motivos históricos lucen banderas diferentes a las nuestras.

La historia hay que aceptarla, para lo bueno y para lo malo. Ceuta y Melilla son ciudades españolas, porque sus habitantes han aceptado la historia, y aunque en otro continente, se sienten europeos y desean avanzar al son de lo que puede ser una Unión Europea compacta. En Gibraltar sucede lo mismo, pero con la salvedad de que allí suceden cosas intolerables, que fomentan la discriminación entre iguales.

Aún no entiendo, como es posible que la UE permite operar a Gibraltar con unas condiciones fiscales, tan diferenciadas de su país. Si el peñón es parte de Gran Bretaña, por qué existe esa diferencia de legislación en cuanto a los impuestos del tabaco o del juego, respecto a su país de origen. Por qué esos beneficios fiscales, tan diferentes a los españoles y tan alejados a los de su país, hacen de Gibraltar una zona donde el 90% de la población es empresaria, sin empresa conocida y luego van a los hospitales de las poblaciones próximas españolas. En parte España es culpable, de no haber firmado acuerdos internacionales, con una zona que considera propia (maldito orgullo), pero donde está la UE que debe velar por todos sus socios.
Si Gibraltar no tiene la condición de Región Ultraperiférica Europea, (como es lógico) por qué se le permite esos beneficios, que ni regiones como Canarias, Azores o Martinica pueden obtener, a pesar de ser lugares donde son necesarias condiciones fiscales más favorables, debido a su aislamiento. Porque esas Regiones Ultraperiféricas de la Unión Europea, son legales. Gibraltar, digan lo que digan sigue siendo un paraíso fiscal.

No hay comentarios:

Entradas populares

Entradas más visitadas esta semana