Después de manifestar sus
intenciones de incumplir las sentencias del Tribunal Constitucional. Después de
corromper de forma perversa, sus propias instituciones autonómicas, con los
vergonzantes plenos del 6 y 7 de septiembre. Después de dar a entender al mundo
que están por encima del bien y del mal. Después de todo eso, dicen los
actuales arquitectos del separatismo catalán, que sus actuaciones están
legitimadas por una norma superior; La Declaración de los Derechos Humanos,
firmada por España, donde se recoge el derecho de autodeterminación de los
pueblos. Espero que antes del 1-O se pongan a cubierto, porque esta obra de
retorcida ingeniería jurídica se les va a caer encima. Cataluña, ni es un pueblo oprimido, ni una
minoría étnica, ni mucho menos un pueblo colonizado. Cataluña es un territorio
que siempre ha formado parte, de lo que hoy conocemos como España, participando
activamente en los vaivenes históricos que han ido conformando nuestro país.
Si los guanches levantaran la
cabeza, creo que su asombro e indignación se mezclaría con risas….muchas risas,
ante el ridículo que están haciendo los arquitectos del separatismo catalán. Que
les pregunten a ellos lo que es una minoría étnica, un pueblo oprimido. Ellos sí sabrían explicar como la
colonización castellana se llevó por delante todo vestigio de su paso por el
mundo. Eran otros tiempos y Castilla entró como elefante en cacharrería en sus islas, eliminando para siempre su
civilización. Gracias al pueblo canario, por saber dejar atrás aquellos
episodios traumáticos vividos por sus ancestros en la Edad Media y comprender que,
aunque plurales, juntos somos mejores.
Los nuevos arquitectos del
separatismo catalán, en cambio siguen los pasos de sus antecesores, pero con
una actitud más cínica. Su buen rollo es muy preocupante. Nos intentan vender el
hipotético Referéndum del 1 de octubre y su inmediata Ley de Transitoriedad -
dos ilegalidades manifiestas y declaradas como tal por el Tribunal Constitucional-
como un ejercicio legítimo, máxima expresión de la democracia con una calma,
una paz, una tranquilidad y unas sonrisas, que solo imaginaba a los trastornados
mentales. Parece que viven en una realidad paralela, donde lo demócrata es lo que sale de sus narices, los importantes apoyos internacionales son dictadores, terroristas y prófugos y el miedo al ridículo es un concepto españolista, que en Cataluña no existe (dedicado al experto en ridículos Gabriel Rufián) .
Su nueva estrategia es robarnos con
una sonrisa de oreja a oreja. Robarnos la paz, la estabilidad, la democracia y
el sentido común que tanto nos ha costado conquistar y que solo lo conseguimos
con la Constitución de 1978. Porque la máxima expresión de la democracia, es
cumplir las leyes y acatar las sentencias. Por debajo de esa máxima
democrática, hay otras muchas cosas, como puede ser la participación política
para cambiar, mediante los cauces establecidos, aquellas leyes que no nos gustan.
Lamentablemente en Cataluña, ciertos
sectores políticos, apoyados por asociaciones financiadas por ellos, con dinero
de todos los españoles y algunas empresas corrompidas por el famoso 3%, y
medios de comunicación totalmente adoctrinados han creado un monstruo que va a
ser muy difícil parar. La falacia independentista, se lleva gestando en
Cataluña desde hace 40 años. Cuatro décadas, donde se ha creado un relato
sesgado de la historia, aliñado con buenas dosis de victimismo y cierta
superioridad moral. Un relato difundido en un ambiente pueblerino y estrecho,
que han comprado cientos de miles, sino algún millón de catetos y catetas. Que
si. Que en Cataluña también hay catetos, y algunos llevan corbatas. Existen los
catetos, por haber nacido y/o vivido en pueblos de la
España rural, como es mi caso. Pero también existen catetos de mente estrecha,
que no ven más allá de sus narices, y tienen la misma capacidad crítica y
reflexiva que un mono.
Este hecho pone de manifiesto,
algo obvio y con lo que la gran mayoría de la ciudadanía española estaría de
acuerdo. La Constitución del 78 sirvió para lo que sirvió. Dejar atrás un
régimen dictatorial y totalitario de más de 40 años, para pasar a una
democracia imperfecta pero democracia, sin grandes traumas sociales. Tal vez
sea hora de reformarla, de adaptarla a las nuevas realidades, y entre esos
múltiples asuntos que debieran ser debatidos, incluso se podría incorporar la
organización territorial del Estado, para definir bien las diferentes regiones
y comunidades que conforman España, así como sus funciones y competencias, e incluso el llamado derecho a decidir. Hasta entonces, todos somos súbditos del imperio de la ley.
Pero me temo que mientras esto
sucede, de aquí hasta que el Estado de Derecho y el sentido común se impongan, nos
tocará seguir sufriendo las argumentaciones aberrantes de quien nos quiere
robar un trozo de España, sus esperpénticos shows y el enaltecimiento de sus
catetos más insignes. Solo espero, que hasta que llegue ese momento, la fractura
social que han creado los arquitectos del independentismo catalán, no se vaya
de las manos. El clima de tensión generado por quienes quieren saltarse la Ley
en Cataluña, puede derivar en situaciones violentas, y eso no es deseable. No
obstante, por ahí anda la CUP y sus cachorros para truncar mis esperanzas, quemando banderas y llamando a la desobediencia. Duros momentos le esperan a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a los que solo podemos mandar nuestro apoyo en su tarea de hacer cumplir la ley.
Pobres catalanes insignes de
verdad. Tan cultos, tan abiertos y universales. Tan orgullosos y tan catalanes.
Silenciados por una manada de catetos. No puedo terminar sin recordar a Josep
Pla. El gran divulgador de las costumbres y tradiciones locales. Auténtico
motor de la lengua catalana en el mundo, y el autor más leído en catalán de
todos los tiempos. El autor de una frase, que desde que la escuche en una
entrevista que concedió en 1976, y circula por Internet, no se me ha borrado de
la cabeza.
“El catalán es un ser que se ha pasado la vida siendo un español al
100% y le han dicho que tiene que ser otra cosa”
Josep Pla.
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