Una. Dejar que los separatistas catalanes perpetraran su paripé, y a continuación actuar con todo el peso de la Ley contra los responsables de la organización y ejecución del acto ilícito, entendiendo que los actos ilícitos de la preparación ya están judicializados.
Dos. Actuar con todo el despliegue policial disponible (recuerdo miles y miles de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado desplazados en Cataluña) para evitar cualquier conato de votación. Tiempo tuvieron, desde el cierre de los colegios el viernes para chapar las puertas, dejando salir a quien estuviera dentro pero impidiendo el paso hacía el interior.
Al final, ni lo uno, ni lo otro. Se votó en gran parte de los "colegios electorales" sin problemas y tuvimos que asistir con bochorno, como la Policía Nacional y Guardia Civil, tuvieron que actuar con violencia y por mandato judicial, para impedir un acto ilegal. Dos cuerpos policiales que se comportaron como lo que son, auténticos profesionales, a pesar de la ratonera en las que los habían metido y la escasa colaboración de los Mossos d'esquadra.
Parece que el plan diseñado para evitar el referéndum fracasó desde el mismo inicio. Los Mossos d'esquadra se olvidaron de sus funciones y actuaron con toda la tibieza imaginable, en su labor de cerrar los centros de votación cuando todavía era posible. Mientras tanto, por parte de Policía Nacional y Guardia Civil, se intentó sin éxito retirar urnas y material electoral en unos centros de votación rodeados por cientos de personas (ancianos y niños incluidos) y donde la actuación de los antidisturbios como suele ser habitual en cualquier país de Europa, no siempre fue amable. Por tanto, los demócratas solo debemos esperar que funcione el Estado de Derecho, y se actúe contra los responsables de la policía autonómica catalana por dejación de sus funciones. Hay quien dice que la Policía Nacional y la Guardia Civil, se excedieron en contundencia. La verdad es que viendo en directo las imágenes, su actuación no fue de las más duras que recuerdo; como por ejemplo el desalojo del 15-M de la Plaza Cataluña, llevado a cabo por los Mossos d'esquadra. No obstante, los demócratas como digo, esperamos que actúe el Estado de Derecho y si se han producido ciertos excesos serán puestos de manifiesto.
Eso es lo que tenemos los verdaderos demócratas. Que no estamos idiotizados por ningún fanatismo. Solo queremos que se cumpla el Estado de Derecho y que cada cuál cumpla con las funciones que les han sido asignadas. Y frente a eso, que se depuren responsabilidades en los mandos policiales que hicieron caso omiso a las ordenes judiciales, confiamos en la labor de la justicia para ello. Y por supuesto, si existieron excesos en las cargas policiales, que se denuncien y se investiguen. Pero por favor, que tengan un cierto grado de verosimilitud, que conociendo la propaganda separatista nos podemos esperar cualquier cosa.
Responsabilidades políticas...espero que haya. La nefasta gestión del 1-O no puede salir gratis. Pero ahora no es el momento. Se avecinan tiempos vertiginosos porque el separatismo ha salido reforzado. La prensa internacional solo habla de las cargas policiales frente a pobres ciudadanos que solo querían votar (les han comprado el discurso) y lo que ahora se necesita más que nunca es unidad. Todos los constitucionalistas unidos frente a quien quiere quebrar nuestro Estado de Derecho y liquidar todo los que hemos conseguido en los últimos cuarenta años.
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