El día de la triste ovación

Han pasado 24 horas del espectáculo más bochornoso y ruin, acaecido en el congreso de los diputados, desde el 23F.
Mariano Rajoy, fiel a su estilo falaz, anuncio ayer su intención de ejecutar el mayor atraco a la sociedad española, de toda la democracia.

 Digo atraco, porque así lo entiendo. Porque no se puede consentir, por mucha mayoría absoluta que tenga, (conseguida dicho sea de paso, a través de un programa electoral del que no ha cumplido ni un solo punto), que basándose en la contención del déficit, nosotros, los ciudadanos de a pie, paguemos los errores y la poca visión estadista de unos políticos, que llevan años más preocupados por sus luchas internas y en el reparto del poder entre los dos partidos mayoritarios, que por enderezar una situación que poco a poco se veía venir, desde los albores de este milenio.

No se puede consentir, que vuelvan a pedirnos un esfuerzo, que ya parece la expiración de un moribundo, a un pueblo declarado oficialmente como el más pobre de Europa, para cuadrar los balances de los bancos y salvarlos de una quiebra segura, amén del mayor ridículo protagonizado entre todo el gremio internacional. Nos venden que así, va a fluir el crédito, cuando saben perfectamente, que nos están engañando. Que ese dinero lo van a utilizar para salvar sus maltrechas cuentas, resultado de años de irresponsabilidades y mala gestión en sus instituciones. Entidades, dirigidas por políticos, que las han utilizado para sus propios intereses políticos y personales.

Ahí tenemos el caso de Bankia. Banco de España, Cajas de Ahorro y políticos necesitados de gloria, un cóctel explosivo, que ha dado como resultado la fusión y salida a bolsa más catastrófica que se recuerda. Miles de pequeños ahorradores, estafados en sus propias sucursales de toda la vida, a través de la venta de unas acciones, que el director de turno, siguiendo las indicaciones de sus jefes, vendían a los incautos que se acercaban por la oficina.
Un escandalo mayúsculo que ha llevado a Caja Madrid a pasar en pocos meses de ser, la caja de ahorros de referencia, a la entidad financiera que ha necesitado el mayor rescate de la historia de España, así como su nacionalización, al no poder ni siquiera  pagar su rescate. Pero nos venden, que la intención del gobierno es sanearla y venderla para recuperar la inversion. Ni mi hijo de tres años, ve claro ese negocio.
Todo orquestado por el mismo Rodrigo Rato, una ''eminencia'' en finanzas, que gracias a UPYD y al movimiento 15M, va a tener que comparecer ante un juez, acusado de estafa, junto a otros 30 consejeros. Menos mal, que la justicia, lenta como siempre, sigue respondiendo, aunque a veces no compartamos sus veredictos.

No negaré la culpa que nos incumbe a la gente de a pie. Nosotros también la tenemos. Pero a diferencia de bancos y políticos, ya hemos pagado suficiente nuestra anodina culpa, pues un poco de cultura financiera básica en los colegios, evitaría engaños como el de las acciones de Bankia, y el aprovechamiento por parte de las entidades financieras, bancarias y no bancarias, de la incultura popular. Menos mal, que eso también se está moviendo ya en el congreso, a propuesta de UPYD. (ufff, temo que se me acuse de estar de parte de este partido, pero que remedio, igual que se critica, hay que alabar cuando algo se está haciendo bien). Ahora falta que PPSOE, se dejen de prepotencias, escuchen y se tomen en serio la propuesta.

Digo que hemos pagado lo suficiente, por nuestra culpa, y además de la forma más humillante. Desde mayo de 2010, cuando ZP, se entero o lo enteraron que teníamos una crisis del copón en España, son tres las ocasiones que han utilizado los recortes a la sociedad, para intentar arreglar una situación, que solo ha hecho empeorar. Mírese, los datos del paro, la prima de riesgo, etc, etc. Por lo que la sensación callejera, es que hemos pagado para comprar un producto defectuoso, sin derecho de reclamación ni devolución.
Pero hablando de cosas más serias, lo de ayer fue un asalto a la sociedad. Una burla a la esperanza con la que trafican, unos extraterrestres de la realidad, que adulan la incongruencia con su hipocresía y argumentario falaz y a veces hasta ridículo y absurdo. Por qué no analizamos...

No se puede aplaudir a un presidente del gobierno, que te está subiendo el IVA, cuando hace dos años, posaba para la prensa en una recogida de firmas contra la subida de este impuesto, por parte de su predecesor. Por muy líder de tu partido que sea.

No se puede aplaudir a un presidente del gobierno, que esta recortando el seguro de desempleo, con la falacia, de así obligar a la gente a salir a la calle a buscar un trabajo que no existe, porque no estas poniendo las condiciones necesarias para que exista. ¡Sabrán ellos lo que es patearse la calle, mendigando una ocupación cualquiera, que te permita comprar el pan! Un servidor sí. Por muy líder de tu partido que sea.

No se puede aplaudir a un presidente del gobierno, que esta anunciando el robo de la paga extra de navidad de todos los funcionarios de este país, cuando ya les han bajado el sueldo y obligado a cumplir más horas de trabajo, equiparándolos al resto de trabajadores españoles, cosa muy loable por otra parte, pero tampoco te puedes cebar así con un sector tan castigado. Por muy líder de tu partido que sea.

No se puede aplaudir a un presidente del gobierno, que te esta anunciando que por obligación van a desaparecer municipios independientes y ha reducirse concejales de los que hacen política de verdad. Los que están a pie de calle, conociendo los problemas de la ciudadanía, máxime cuando existe un senado, que supuestamente es la cámara de representación territorial, que no funciona, llegando incluso a destituir a un senador de tu partido, por no estar de acuerdo con la política aplicada a la minería en Asturias. Antes reforma el senado para que funcione de verdad, o lo eliminas, cualquier opción es mejor que dejarlo siendo una duplicación del congreso. Por muy líder de tu partido que sea.

No se puede aplaudir a un presidente del gobierno, que esta desmantelando de esta forma el estado español, haciendo unos recortes a la sociedad, que han costado más de 30 años conseguir. Y no se puede aplaudir porque, la pregunta que surge ahora, después de tantos años de sufrimiento ineficaz, es   ¿Y ahora que?


Si esto no funciona, que más se puede hacer. Solo recordar el día de la triste ovación.