El independentismo radical, promovido por la gran mayoría de los partidos catalanes, a causa de una situación económica, asfixiante y resultante de sus propios gobiernos, (conviene recordar que Cataluña fue de las primeras comunidades a las que se le transfirieron todas la materias aprobadas en la Constitución), han utilizado el populismo y la ignorancia intrínseca del ser humano perezoso, para lanzar a la calle a casi dos millones de personas reclamando un Estado soberano, dentro de la Unión Europea.
O el inventor de este lema, no se ha explicado bien, o yo me estoy quedando lelo.
Vayamos por partes...
Siempre he considerado legítimo, que haya partidos políticos nacionalistas. Es loable, que un grupo de personas se asocien para procurar bienestar a una sociedad concreta, aunque sea minoritaria. Cuanto me gustaría un partido fuerte, con unas ideas claras, que hagan resurgir la importancia que un día tuvo Castilla, en todo su territorio íntegro. Pero de ahí, a radicalizar a las masas con proclamas absurdas, ahí un buen trecho.
Y digo radicalizar a las masas, pues son ellos, los políticos los culpables de ese ficticio sentimiento catalanista , del que mucha gente presume. Son ellos, los que se apoyan en sus insulsos discursos, a pseudo intelectuales, que tergiversan la historia, como más les conviene. Son ellos los que se inventan un argumentario pobre y totalmente fuera de contexto, para defender sus ideas. Ellos son los que han arruinado Cataluña, por mucho que piensen que con el pacto fiscal acabarían sus problemas.
Adoctrinando de esta forma a la gente, solo se consigue odio, envidias y discriminación. Odio entre ambas partes de la frontera que han creado, pues la diferencias culturales están ahí, pero eso no significa falta de cooperación, con el país y sus diferentes reinos, a los que siempre han estado vinculados y no precisamente como territorio independiente.
Envidias, al querer comparase con otros territorios, como el País Vasco, que con su pacto fiscal, están discriminando al resto de las Comunidades. Hecho aceptado en su tiempo, por las connotaciones del momento, historia, terrorismo,...etc. pero que poco a poco se deben erradicar o inevitablemente extender al resto de territorios históricos, para que todos jueguen en las mismas condiciones.
Solo con decir, que Barcelona fue fundada por una familia de Murcia, sería suficiente para callar muchas bocas que hablan de forma autómata, sin pensar demasiado en que la lección aprendida no puede ser la correcta.
Necesario el Estado de las Autonomías, claro que SI. Lógicamente, un país tan complejo en su creación, como España, necesita de una estructuración lógica, que englobe a todas sus culturas. Pero desde mi punto de vista, de esa forma, que las englobe dentro de un ente superior, necesario en su día para en conjunto entrar en Europa, en el Euro y en todas aquellas ventajas que un día nos vendieron, aunque ahora se esté tambaleando.
Con esta visión personal, es lógico pensar, que si Cataluña, un día se independiza de España, porque así lo quiere su sociedad, no pondré el grito en el cielo, ya que será consecuencias políticas, provocadas por malos políticos que más allá de su ego, no han sabido tolerar al diferente y trabajar por un bien común. Parece que hacerse la victima es rentable en estos tiempos, ya sea por las herencias recibidas, o por defender a capa y espada una supuesta campaña anticatalana de toda España. Triste argumento, considerando que los que hemos pasado alguna vez por Cataluña, sentimos admiración, respeto y cierta sensación de cercanía, por la historia común que compartimos. Es cierto que hay mucho charlatán ignorante, pero la gran parte de este país, estoy convencido que aprecia a esta región, país, nación o como se autodenominen.
Ahora sí. Por otra parte, lo que no me puede entrar en la cabeza, es que se pretenda una Cataluña independiente, enmarcada en la Comunidad Económica Europea, en el Euro, y en toda organización donde ahora se encuentre gracias al conjunto del Estado Español. Y por lo que creo no soy el único, ya que la Unión Europea, no reconocería este nuevo Estado, ni la OTAN, ni la ONU.
Es, desde mi punto de vista una absurda utopía, desear seriamente emprender un camino en solitario, a sabiendas que todos dependemos de todos, y un mundo globalizado, necesita la unión inevitable de los territorios.
No obstante, si se quiere independencia, se quiere para lo bueno y para lo malo. Autodeterminación significa que empiezas un camino en solitario. Un camino donde tú, como país, nación o lo que sea debes entrar donde pretendas por tus propios méritos, no por ser una nación expoliada por España, como ellos mismos dicen.
Por mí parte, aunque consideré que no les beneficia la independencia, que lo intenten, a ver si lo consiguen de una forma satisfactoria, que lo dudo, pero con todas las de la ley. Otra opción es seguir en el barco de la realidad, y seguir luchando junto a sus compatriotas de toda la vida, para arreglar y mejorar juntos todo lo que hay pendiente, que es mucho.
Por lo menos eso es lo que me gustaría, pues no concibo España, sin Cataluña, ni Cataluña sin España, por mucho que haya políticos catetos que no vean más allá de sus narices, y todo lo que suene a español, le repugne. Que los hay, y demasiados, más por intereses políticos, que por convencimiento propio.
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