Pues ya son muchos los años, que nos están demostrando que en este país hablar de política, sin influencias partidistas y diciendo las cosas como son, pese a quien pese, solo te granjea una gran cantidad de amigos ficticios cuando así interesa y otros tantos enemigos relativos, si lo que dices ataca sus mentes corrompidas.
Pero bueno, hoy no me callo. Entre otras cosas, porque también me hace feliz escribir y porque mi apetito sexual está saciado y no tengo otra cosa mejor que hacer.
Bueno también podría masturbarme, pero quizá eso ya sea lujuria y no le guste a la Santa Iglesia Católica. Claro, que si no me grabo y lo subo a ninguna página guarra de Internet, a lo mejor no se entera......No obstante, Dios está en todas partes y se lo podría decir a quien manda en aras de la moralidad en este país.
Por favor, que difícil es gozar en este país. O ¿lo haces a escondidas, con el riesgo que Dios tenga un rato y se lo diga a su policía para que te suspendan en moralidad y termines destituido de tu cargo?O ¿Lo haces con descaro, para que otros también disfruten viéndote por la red, y qué sea otra vez lo que Dios quiera ?
Como soy tan tímido, tengo claro que prefiero hacerlo a escondidas, por si acaso Dios está más ocupado, intentando convencer a Alá, para que solucione las tragedias de Siria, que masturbarme enfrentado a una grabadora y que curiosos, degenerados y demás visitantes de páginas guarras de Internet disfruten conmigo.
Lo que es obvio, es que hay gente para todo en la viña del Señor, y la concejal Socialista de Los Yébenes, decidió hace más de un mes, compartir una masturbación con su público en la red. Resulta, que todo el pueblo lo sabía, hasta el párroco, me atrevo a pensar que tenía un enlace en su carpeta de favoritos, para aliviarse el cuerpo entre oficio y oficio, y en todo este mes, esta mujer ha seguido con la normalidad en su vida, o incluso sintiéndose más deseada, a causa de algunas miradas lascivas, de vecinos necesitados de cariño.
Pero esa calma se ha roto. Que duro es ser político. Alguien del PP, y no precisamente del pueblo toledano, se lo ha dicho a Dios o a su policía hoy, y hoy mismo a tenido que presentar su dimisión. El poder de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana, (porque si desde la dirección del PSOE la respaldan y desde la del PP, no se han pronunciado, no encuentro otro culpable) ha lanzado sus tentáculos y está mujer, que por lo menos se lleva un orgasmo, se queda con la labor que le encomendaron sus votantes a medio realizar. Votantes que dicho sea de paso, tal vez les importe un carajo lo que haga esta señora con su vida privada, mientras se dedique a sus funciones con diligencia y no aproveche su cargo para robar y otras actividades más aceptadas, aunque sean ilegales, dentro del mundillo político.
Porque entonces, ¿Qué pasa con la gente de los ERE en Andalucía? o ¿Qué pasa con el caso Palmarena, con Jaume Matas, con D. Iñaki Urdangarín y con todo el dinero que se ha malgastado, blanqueado y malversado en la Comunidad Valenciana por sus caciques del PP ? ¿Dios considera moral, todo esto?
¿Por qué no hay destituciones cuando un representante del pueblo roba en un supermercado, alegando motivos que solo salen a relucir tras una paja mental?
Puede ser. Seguro que toda está gente no se masturba, como yo, como tú y como la concejal de Los Yébenes. Así de perdida esta la clase política de nuestro país.
En fin, que presumimos de modernidad y al final, a la hora de la verdad, es mejor engañar, robar y mentir, ya que mientras la justicia no diga lo contrario, somos gente decente, que mostrar algo tan cotidiano e indecente como una mujer masturbándose.
Bueno, quizás si hubiera sido un hombre, la cosa no hubiera llegado tan lejos. Pufff, ¡voy a dejar de masturbarme el cerebro, que se me ocurren unas cosas!
Como orgasmo final, la última frase. ¡Cuando inauguren Eurovegas, me juego el dinero de mi comunidad de vecinos, me voy de putas y después voy a misa apestando a puro!.
Que sea lo que Dios quiera, porque también seguiré masturbándome el cerebro y lo que haga falta.
Que le vamos a hacer ¡Soy un rebelde!
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