El reinado del Reggeaton

Vuelvo del trabajo en mi coche. En la emisora de radio el tema del momento. Cataluña. Saturado de información, busco una radio musical cualquiera. Buena opción para distraer la mente en los treinta minutos de viaje. De repente aparece el Reggaeton moderno. Ese que la gente escucha constantemente y baila los fines de semana, como mandan los cánones de las tendencias musicales del momento. No obstante, pienso, una tendencia musical demasiado larga. Una década escuchando Reggaeton en todos los lugares y momentos y aún me cuesta comprender como esas canciones tan simples y repetitivas, siguen siendo tendencia musical. No me gusta nada lo que escucho. Demasiada lascivia. Demasiado cutre. Demasiado pobre. Una expresión cultural como la música, no puede permitirse contar entre sus artistas, a semejantes criminales del arte. No aguanto más, vuelvo a las noticias.

Por suerte han cambiado de tema, y ahora tocan las noticias locales. Escucho el balance de denuncias por agresión sexual, interpuestas durante la pasada Feria de Jaén. Seis denuncias, donde una de ellas es de una niña menor de edad, y de momento dos detenidos. Pienso "el resultado de más de una década de la Ley de Violencia de Género, es un total de seis posibles violaciones en una feria, como la de Jaén, no especialmente conflictiva"
Informan de otros resultados relevantes de la Ley; el estancamiento en el número de mujeres fallecidas por la violencia de género durante los últimos años y el dato de que el teléfono 016  funciona a pleno rendimiento y en este año se va a batir el récord de denuncias por violencia machista. Según las Administraciones Publicas todo un éxito .

Entonces empiezo a meditar sobre otros resultados menos difundidos de la Ley. Por ejemplo, las medidas cautelares son especialmente preocupantes cuando una mujer denuncia a un hombre. Conozco casos, bastantes cercanos, donde personas que jamas hubieran pensado pisar un calabozo, han pasado la noche en uno, por el hecho de haber sido denunciados por violencia de género. Da igual que más tarde se demuestre su inocencia o que todo se debiera a un forcejeo mutuo. El hombre pisa la cárcel y le pisan su dignidad, solo por el simple hecho de ser denunciado, mientras por denuncias falsas nunca se exigen responsabilidades ejemplarizantes. Pienso, en los millones de euros que se destinan a financiar el entramado asociativo del feminismo, para luchar contra esta lacra, que la verdad por lo que conocemos de los datos estadísticos están resultando poco efectivos. Solo hemos conseguido aumentar el número de denuncias, sin reducir el número de asesinadas. Porque la triste realidad, es que no somos capaces de eliminar esta lacra social y cada año decenas de mujeres mueren a manos de los peores y más despiadados asesinos -los que suponen que les aman-  sus parejas o exparejas, y no somos capaces de reducir a 0, las decenas de denuncias falsas que amargan la existencia a hombres inocentes.

Más de diez años de fracaso absoluto de la Ley de Violencia de Género y más de diez años escuchando letras en canciones, claramente machistas e incitadoras a la sumisión femenina, no puede ser algo casual. Está muy relacionado.

De nuevo siento unas ganas incontestables de cambiar la emisora. Más Reggeaton. Sigo pensando; Los asesinos de mujeres siguen asesinando (la última víctima en Cuevas de Almanzora este mismo lunes 22) y su paso por la cárcel nos suele parecer fugaz. Las asesinas de hombres siguen asesinando y eso no tiene la misma repercusión mediática (el último asesinado también el lunes 22 en Valencia y publicado por Diario Ideal). Siguen existiendo las denuncias falsas, parece que no interesa castigos por esta cruel arma arrojadiza. Siguen existiendo hombres que se piensan propietarios de las mujeres que le rodean. Sigue existiendo el machismo. Siguen "cantando" estos mediocres "artistas".

Corto la música. Mejor pienso como es posible que tras diez años de fracaso monumental, nadie del mundo de la política ha salido a dar la cara y a decir claramente que la Ley de Violencia de Género nunca funcionó. Que los asesinatos siguen en los mismos niveles. Que el aumento de denuncias no necesariamente implica la protección, y en algunos casos conlleva la injusticia. Que el dinero invertido para sensibilización social, acaba en talleres y jornadas, donde una serie de personas que han hecho su negocio de esto, te cuentan historias sobre el patriarcado, con finales inciertos y desconocidos, donde el argumento es el de destruir lo establecido hace miles de años por las grandes religiones monoteístas para llegar a no se sabe donde, en lugar de buscar técnicas pragmáticas, con las que construir un entorno social más igualitario y favorable para las mujeres (evidentemente me he tragado algunos de estos talleres) Que más vale hacer una nueva Ley o modificar sustancialmente la actual. Pero eso, sería reconocer un error, y dentro del mundo político español, eso es terreno vedado.
Antes vemos como ilegalizan el Reggeaton o lo que es más extraño....que pase de moda.