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miércoles, 29 de junio de 2011

Nostalgias

Últimamente me encuentro melancólico. Con ganas de retroceder en el tiempo. Vivir en mi Toscana particular o algún lugar parecido y sentir como sentíamos antes.
Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor……..en mi opinión es una de las frases más ciertas del refranero popular. Más aún, cuando ese tiempo pasado estaba cargado de sensaciones hoy imperceptibles. Sentimientos que nuestros hijos no conocerán. 
En un día normal, abro el buzón para recoger el correo.  Solamente facturas que esperaba, que tarde o temprano llegaran. Recibo algunas llamadas de amigos al móvil, llamadas que contesto que un simple ``dime’’. Saco a mis hijos un rato a ese espacio limitado que llaman parque, donde pueden jugar alegremente. Si consigo un rato libre, me pierdo en formalismos decorosos para intentar quedar con alguien y hacer algo rutinario. Para las actividades más originales se necesita tiempo de preparación y búsqueda exhaustiva de compañía. La vida corre muy deprisa y no siempre se puede hacer lo que deseamos.
En un día normal, la nostalgia siempre me acompaña.
Recuerdos de estímulos olvidados. Sensaciones que me gustaría volver a tener.
Y es que me viene a la memoria aquellos días normales de antaño.
Aquellos días en que abrías el buzón, con la ilusión de que llegará una carta con recuerdos del último verano. Cartas manuscritas por amigos, o algún conocido esporádico que te mandaba una foto del día que lo pasamos tan bien.
Esa sensación de tener entre tus manos un trozo de tu vida, vista desde los ojos de otra persona. Recuerdos, sueños, fantasías juveniles…..todo tras un movimiento nervioso donde despegabas a tirones la solapa del sobre. Un ritual, para el que se buscaba el lugar y momento oportuno, donde estuvieras solo y tranquilo para leer y releer la carta. Ritual que concluía con el archivo de la carta, en una caja de zapatos vieja, para que pasara a la posteridad y volverla a disfrutar en cualquier momento de la vida.
Días, en que sonaba el teléfono sin saber quien se encontraba al otro lado del aparato. Entonces había que contestar con un solemne ‘’dígame``.
Esa sensación curiosa, un instante antes de descolgar, preguntando quien será. Lo mismo es Miguel, para contarme como le va, con su última novia. O será Julio, que tiene que contarme su más reciente trastada. No puede ser Edu, que hace mucho que no llama o Josemi, Zepa, Raúl………lo
mismo es Carlos, Vicente o Jesús……Tantos y tantos pensamientos en una milésima de segundo, justo antes de descolgar.
Aquellos días normales, donde si existían los planes. Planes improvisados sobre la marcha. Donde el pueblo entero, era nuestro campo de juego y no hacía falta quedar para saber dónde encontrarnos.
 Jugar y divertirse alejados de las limitaciones de un simple parque y sin contar con que nuestros padres, que nos querían y nos quieren como los padres actuales, tuvieran que estar presentes para sobreprotegernos.

Cada día me alegro más de haber nacido en la época que nací. Haber vivido, donde lo he hecho. Haber sentido, esos estímulos hoy perdidos.
Pero esta nostalgia que ahora me embriaga, solo es polvo. Los tiempos han cambiado y no podemos quedarnos en el pasado. Hay que seguir adaptándose a la nueva era y continuar disfrutando de lo que ahora nos ofrece la vida.
Así y solo así, en el momento de nuestra muerte, dentro de muchísimos años dicho sea de paso, tendremos la legitimidad de pensar……’’Cualquier tiempo pasado, fue mejor’’

Emilio Almodovar

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